El modelo de economía circular ha ido ganando terreno en la política, la industria y la sociedad en los últimos años. Detrás de esta idea hay un cambio del modelo lineal de “tomar-hacer-disponer” a un sistema de circuitos cerrados impulsado por energía renovable. La industria química y sus innovaciones pueden liderar el camino en este cambio. BASF ya está aplicando la economía circular de varias formas. El pensamiento de la economía circular no puede limitarse a las propias operaciones de una empresa. Debe atravesar la cadena de valor para acoger y proporcionar valor a clientes y proveedores. Un concepto de economía circular inteligente debe integrarse en el desarrollo de productos, los procesos de producción y los sistemas de uso y reutilización desde el principio. Elementos del modelo de economía circular:
- Mantenga los recursos en uso el mayor tiempo posible
- Minimice los desechos residuales eliminados
- Extrae el valor máximo de los productos
- Recuperar y regenerar productos y materiales al final de su vida útil.
BASF persigue dos enfoques complementarios
“Keep it Smart” implica esfuerzos continuos para aumentar la eficiencia dentro de nuestros propios procesos de producción; en los procesos productivos de nuestros clientes; y también para el usuario final, con el fin de evitar la generación de residuos. Un ejemplo de la contribución de BASF a la CE es el principio Verbund. El sistema Verbund crea cadenas de valor eficientes desde productos químicos básicos hasta productos de alto valor agregado como revestimientos y productos fitosanitarios. Para producir esa variedad de soluciones, los subproductos de una planta se utilizan como materias primas de otra. En este sistema, los procesos químicos consumen menos energía, generan menos residuos y, por tanto, conservan los recursos. Muchos de los productos de BASF permiten a nuestros clientes B2B ahorrar recursos en su producción mediante un uso eficiente de nuestros materiales. Varias de nuestras soluciones ayudan a nuestros clientes a desarrollar productos finales de mayor duración, por ejemplo, aditivos para plástico u hormigón. Los productos biodegradables y de base biológica reducen el desperdicio al final de la vida útil del producto. Un ejemplo es ecovio®, un plástico biodegradable que se utiliza en aplicaciones como la recogida de residuos biológicos. “Cerrar los bucles” tiene como objetivo cerrar los bucles, por ejemplo, recuperando metales después del final de la vida útil de los convertidores catalíticos de automóviles y reutilizándolos en la producción. Otro ejemplo es el enfoque de balance de biomasa, donde BASF está reemplazando una cierta cantidad de materias primas fósiles con materias primas renovables, que se derivan parcialmente de los desechos, como insumo en procesos químicos.
Esta cantidad se puede asignar a los respectivos productos de venta utilizando el nuevo método de certificación. Al proporcionar productos equilibrados con biomasa, como Styropor® BMB y Neopor® BMB, BASF contribuye a la protección del medio ambiente y el clima manteniendo la alta calidad habitual.
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